En los primeros minutos del partido de vuelta entre Manchester City y Real Madrid en el Etihad, Thibaut Courtois fue la gran figura del partido. Es que Erling Haaland tuvo dos ocasiones para quebrar el cero ante el belga y no pudo. Nuevamente, la Jirafa fue importante con sus atajadas en una fase eliminatoria de Champions League. Sin embargo, luego, apareció Bernardo Silva para ser factor determinante con sus dos goles.

Durante los primeros 20 minutos de juego, dos atajadas de Courtois a Haaland mantuvieron con vida al Madrid. Primero, sobre los 12 minutos, en el área chica apareció el noruego para marcar. Su cabezazo casi al lado de la línea de gol parecía el 1-0, pero el belga la sacó de forma casi inesperada.

A los 20 minutos, Courtois se lució todavía más. Ante un cabezazo a contrapierna del ex Borussia Dortmund metió una estirada espectacular para sacar el balón con los dedos y evitar la primera caída de su valla. Impresionante reacción, que demuestra el porqué es de los mejores del mundo.

Lo que Haaland no pudo, Bernardo Silva sí lo hizo

Bernardo Silva, un minuto después de esta atajada, liquidó a Courtois con un remate al primer palo para el 1-0. El portugués, que en la previa podía no jugar (Mahrez apuntaba a titular), demostraba estar a la altura de estas instancias y convertía un gol clave para liquidar al belga.

Y al minuto 37, volvió a quemar redes. Aprovechó una pelota muerta en el punto del penal para marcar el 2-0, con un cabezazo calculado para superar la última defensa, que era David Alaba. Manchester City justificó su 2-0 por los goles de Bernardo Silva, aunque fue mucho más.

Si bien Thibaut Courtois fue determinante en la primera mitad de estos 45 minutos, el ex Mónaco lo fue aún más con estos dos tantos. Lo sorprendente es que había llegado a este encuentro con apenas cinco en toda la temporada y solo un gol por Champions (en la ida de cuartos ante Bayern Múnich).