La Premier League tuvo este domingo la última jornada de la presente edición y Manchester City firmó una histórica remontada en el Etihad Stadium para abrochar el título. Los dirigidos por Josep Guardiola precisaban un triunfo ante Aston Villa y lo consiguieron con sufrimiento.

El elenco visitante se había puesto en ventaja por 2-0 a los 69 minutos, pero los Citizens reaccionaron a tiempo para dar vuelta la historia con un doblete de Ilkay Gündogan, que ingresó en el complemento, y un tanto de Rodri. La victoria de esa forma incrementó la magnitud del festejo.

Con el pitazo final, los protagonistas emocionados comenzaron a abrazarse por lo logrado, pero en todos los sectores del campo comenzaron a ingresar espectadores. En medio de la celebración, Robin Olsen, arquero de Aston Villa, fue agredido por algunos hinchas que corrían por el césped mientras la seguridad intentaba retirarlo del lugar.

Tras el partido, a Steven Gerrard le preguntaron si sus jugadores habían podido salir a salvo de la cancha y respondió: "No es la respuesta a eso. Mi portero fue atacado. Entonces, creo que esas preguntas deberían ir a Pep y al Manchester City".

Más tarde, el club campeón publicó un comunicado sobre lo sucedido: "El Manchester City desea disculparse sinceramente con el portero del Aston Villa, Robin Olsen, quien fue agredido después del pitido final en el partido de hoy cuando los fanáticos ingresaron al campo. El Club ha iniciado una investigación inmediata y, una vez identificado, el individuo responsable recibirá una prohibición indefinida del estadio".