Chelsea revolucionó el mercado de enero con su gran cantidad de fichajes por montos irrisorios. En total gastó 329,5 millones de euros por ocho futbolistas, donde se destaca el argentino Enzo Fernández, por quien pagaron la cifra de 121 millones de euros al Benfica. Su llegada no se hubiese dado de no ser por la insistencia del presidente Todd Boehly, que hizo de todo para poder tener al vigente campeón del mundo.

Boehly, también uno de los dueños de los 'Blues', no escatimó en gastos durante el último mercado invernal para reforzar la plantilla del primer equipo. Enzo Fernández se unió a otros fichajes resonantes como Mykhaylo Mudryk y Joao Félix, entre otros. Sin embargo, en el caso del argentino, hubo que tomar una decisión mucho antes para que su llegada se pueda dar.

A comienzos de temporada, el presidente de Chelsea despidió al entrenador Thomas Tuchel, para luego acordar la llegada de Graham Potter. The Times reveló el motivo que llevó a Boehly a tomar la decisión de terminar el vínculo con el alemán. Todo se habría dado por la política de fichajes que lleva a cabo el estadounidense, pero hubo un caso en particular.

Según el citado medio, Boehly quería reforzar el mediocampo el verano pasado, una decisión que no coincidía con la de Tuchel. Al final, llegó en condición de cedido Denis Zakaria en el último día del mercado. Sin embargo, el suizo casi ni jugó con el entrenador alemán a su cargo y ante la primera gran caída de Chelsea, sufrida en Champions ante Dinamo Zagreb, el presidente estadounidense decidió despedir al entrenador.

Todd Boehly y Thomas Tuchel, presidente y exentrenador de Chelsea (Getty Images)

Todd Boehly y Thomas Tuchel, presidente y exentrenador de Chelsea (Getty Images)

Así que, si hubiese seguido Thomas Tuchel, tal vez la gran cantidad de fichajes que efectuó Chelsea no habría sido tal. Así, Enzo Fernández, quien destaca en el mediocampo, y el resto de los otros futbolistas fichados, no habrían llegado a Stamford Bridge. Boehly tiró la casa por la ventana con su gran cantidad de transferencias y no le importó siquiera despedir al entrenador que le dio la última Champions al club.