Los Grand Slams han tenido partidos maratónicos que han entrado a la historia del tenis. Sin embargo, ha llegado el final para los duelos 'eternos', a fin de "mejorar la experiencia de jugadores y aficionados". La directiva de los cuatro torneos grandes, Australian Open, Roland Garros, Wimbledon y el US Open, tomaron cartas en el asunto.

A partir de Roland Garros, los Grand Slams ya no tendrán partidos 'eternos'. ¿Qué significa esto? Según anunciaron, se instauró un desempate cuando el partido llegue al 6-6 en el quinto set. Es decir que ganará el jugador que llegue a los 10 puntos (con diferencia de dos) en este súper tie-break. Así, se le pone fin a la chance de ver partidos que se definan con diferencia de dos juegos en el quinto parcial, algo que sólo sucedía precisamente en el torneo francés hasta ahora.

Los otros torneos de Grand Slam ya habían hecho pruebas de desempate a fin de aligerar la carga horaria de los tenistas y de los aficionados, evitando los partidos maratónicos. El Australian Open y el US Open implementaron el desempate en el quinto set una vez llegado el 6-6, mientras que Wimbledon innovó con un desempate a siete puntos una vez que el partido llegue 12-12.

La implementación del súper tie-break, a partir de Roland Garros, se utilizará para los partidos de singles, dobles, de silla de ruedas, júnior y en las fases de qualy. La directiva de los Grand Slams aclaró que esta medida estará a prueba durante el curso de este año, antes de que quede establecido como norma permanente.

Roland Garros será el primero en implementar el súper tie-break en el desempate del quinto set (Twitter @rolandgarros)

Roland Garros será el primero en implementar el súper tie-break en el desempate del quinto set (Twitter @rolandgarros)

Nadie podrá romper el récord de Isner vs Mahut

Con la implementación del súper tie-break para el quinto set, será prácticamente imposible que algún partido pueda llegar a las 11 horas y seis minutos. Ese es el tiempo que estuvieron en cancha John Isner y Nicolas Mahut en la primera ronda de Wimbledon 2010, considerado el más largo en la historia del tenis. Lo llamativo es que estuvieron tres días para poder completar el encuentro que, finalmente, lo ganó el estadounidense por 6-4, 3-6, 6-7 (9-7), 7-6 (7-3) y ¡70-68!