Pasaron ya 24 años desde la final del Mundial 1998 que enfrentó a los locales franceses contra los campeones defensores brasileños. Ambos países llegaron al duelo decisivo tras unas duras semifinales y el campeonato tenía dos grandes figuras: Zinedine Zidane y Ronaldo Nazario.
Hasta el 12 de julio, día de la final, el goleador brasileño tenía cuatro goles en el certamen y era una de las estrellas. Le había convertido un tanto a Marruecos, dos a Chile en octavos de final y uno a Países Bajos en la semifinal. Era la gran esperanza brasileña para obtener el bicampeonato y llegar a los cinco mundiales. Pero en la noche previa a la final del mundo sucedió un episodio insólito.
Por aquel entonces, la delegación brasileña contaba con varias figuras y una de ellas era el jugador de la Fiorentina Edmundo. El futbolista habló años más tarde y en una entrevista dio detalles de lo que le sucedió al Fenómeno en la noche previa a la final.
"Cuando vi a Ronaldo teniendo las convulsiones, salí gritando por los pasillos. Estaba morado, con la lengua volteada, resoplando. Llegaron los médicos enseguida y lograron que recuperara la consciencia", contó Edmundo. Además, el ex Fiorentina dijo que recuerda el episodio como si hubiera sucedido ayer.
Ese acontecimiento influyó en el comportamiento de sus compañeros durante el duelo decisivo. Perder a la máxima figura significó todo un golpe para la Selección brasileña y, además, nadie sabía con exactitud qué era lo que sucedía. Edmundo dijo que cuando volvió a la concentración se sentó en la mesa, desayunó, tomó un jugo de naranja y salió para hablar por teléfono.
"Leonardo (hoy en día director deportivo del París Saint Germain), sentenció: 'A este tipo no le va bien, se va a morir en el campo'. Le convencieron de que se hiciera unas pruebas en París y, mientras, Zagallo tomó una decisión, que yo jugaría en su lugar". Eso lo afirmó Edmundo, quien era el suplente de Ronaldo en ese equipo.
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"Cuando salió la planilla del partido mi nombre estaba entre los titulares. Entonces, llegó Ronaldo, acompañado de uno de los médicos. Se reunió con Zagallo y su equipo durante unos minutos y, cuando salieron, el entrenador me dijo que Ronaldo sería titular", explicó Edmundo quien entendió a la perfección la decisión tomada por el entrenador: "Era el mejor del mundo y para mí fue una decisión médica, no técnica".
La final tuvo lugar en el Stade de France y, como si fuera poco, los brasileños venían de ganar por penales en la semifinal contra Países Bajos. El cansancio era notorio. Además, los franceses habían jugado su mejor partido en la fase anterior contra Croacia.
En fin, el partido fue un monólogo de los locales, quienes se impusieron con un imponente 3 a 0 con dos goles de Zidane y uno de Emmanuel Petit. Así, Francia ganó su primer campeonato del mundo y Ronaldo tuvo revancha cuatro años más tarde en Corea/Japón.
