España salió a la cancha a demostrar si todo lo que se habló en la previa lo puede llevar adelante. Un plantel con algunas bajas por un conflicto con el entrenador, su mejor jugadora (la mejor jugadora del Mundo en realidad) sin estar al 100% y el peso de las últimas competencias (cayó en cuartos). Pese a las malas, La Roja femenina demostró que tiene plantel se sobra con Aitana Bonmatí, Esther González, Athenea del Castillo y una jugadora que se destaca por su destreza gracias al… ¡atletismo!

WELLINGTON, NEW ZEALAND – JULY 21: Salma Paralluelo of Spain during the FIFA Women’s World Cup Australia & New Zealand 2023 Group C match between Spain and Costa Rica at Wellington Regional Stadium on July 21, 2023 in Wellington, New Zealand. (Photo by Catherine Ivill/Getty Images)

WELLINGTON, NEW ZEALAND – JULY 21: Salma Paralluelo of Spain during the FIFA Women’s World Cup Australia & New Zealand 2023 Group C match between Spain and Costa Rica at Wellington Regional Stadium on July 21, 2023 in Wellington, New Zealand. (Photo by Catherine Ivill/Getty Images)

Salma Paraluello sabe lo que es ser campeona del Mundo: porque siendo sub 17 ganó el Mundial Sub 17 de Uruguay en 2018 y en 2022 logró el título del Sub 20 en Costa Rica. En el medio de ambos torneos tuvo que tomar una decisión difícil: dejar el otro deporte que acaparaba su tiempo y se llevaba su corazón. Las dos cosas y al nivel que lo hacía (récords nacionales en 400 metros con vallas) eran incompatibles.

La extremo izquierdo del Barcelona nació en Zaragoza, de padre español y de madre nacida en Guinea Ecuatorial, pero se instaló en España por una necesidad médica de su hijo mayor. En su ciudad natal fue que comenzó a jugar al fútbol y también a practicar atletismo, consiguiendo resultados llamativos en ambas disciplinas. Mientras que debutó en la Segunda División con apenas 15 años, también a esa edad consiguió su primera medalla en la pista.

Lo hizo, además, compitiendo en Mayores: consiguió su primera medalla de bronce en categoría absoluta en el Campeonato de España en pista cubierta, al ganar el bronce. Pero, además, con su marca de de 53.83s, fue récord de España sub18 y sub20. Y, con esos 15 años y 3 meses, se convirtió en la atleta más joven en ganar una medalla nacional en Mayores. Y gracias a ese resultado compitió en el Campeonato Europeo, siendo la segunda atleta más joven.

“El atletismo me permitía estar sola, expuesta, entrenar por mí, saber que todo iba para mí. El sacrificio era mayor, pero era necesario”, le contó a la FIFA hace un tiempo. Ese año, también, logró dos medallas de oro del Festival Olímpico de la Juventud Europea.

Su verdadero sprint

“No solo tiene velocidad sino que también es buen pie, posee uno contra uno, se asocia, juega bien en espacios pequeños… Ha hecho un buen partido”, dijo Jorge Vilda, entrenador de España, que decidió llevarla a sus 19 años y la ubicó de titular para luego reemplazarla nada menos que por Alexia Putellas, a los 77 minutos y con el partido controlado 3 a 0.

Tras dejar el club aragonés, Salma se fue al Villarreal y una lesión fue la que debuto ambos ascensos, el futbolístico y el atlético. Una rotura de ligamentos que le impidió seguir y hasta se perdió jugar la Eurocopa 2022 con la Mayor. A su regreso, el Barcelona se la llevó, pero ya no la dejaron seguir con la pista.

“Es un equipo que me estaba siguiendo desde categorías inferiores, pero que no me dejaba compaginar fútbol y atletismo. Para mí en ese momento no era una opción. Aunque llegó un punto en mi vida que tocaba decidir y estar en un Barça, que es el mejor equipo del mundo… Había que ir. No me arrepiento, pero siempre me quedará la duda de cuál hubiera sido mi camino en el atletismo. Sigo siendo atleta, no va a cambiar eso nunca de mí”, le dijo al Diario As de España.

En su primera temporada con el Barcelona, logró jugar 18 partidos en Liga, anotando once goles, convirtiéndose rápidamente en una jugadora fundamental para Jonathan Giráldez. Ganó el torneo y la Champions, siendo titular ante el Chelsea en las semifinales. Ahora sueña con un Mundial, aunque siempre soñará con la pista.