Zane Robertson, fondista neozelandés que ostenta los récords nacionales en medio maratón (59m47s) y maratón (2h08m19s) y que fue anteriormente dueño del récord de los 10.000 metros (27m33s67), fue suspendido por el Tribunal Deportivo de Nueva Zelanda de la competición durante 8 años después de dar positivo por eritropoyetina (EPO) y por “proporcionar documentación falsa en su defensa”.

Robertson, quien junto con su hermano gemelo Jake se trasladó a Kenia en 2007 cuando tenían 17 años para intentar convertirse en dos de los mejores corredores de larga distancia del mundo, se retiró en febrero pasado. El atleta de 33 años no mencionó nada sobre un posible positivo en el control antidopaje. Zane, de hecho, dio positivo luego de correr la Gran Manchester Run del Reino Unido, el pasado 22 de mayo de 2022. Sin embargo, no comunicó nada a su Federación.

Después de que su segunda muestra también diera positivo, Robertson no intentó argumentar que la EPO no estaba en su sistema. En su lugar, dijo que fue a un centro médico en Kenia para recibir una vacuna contra el Covid-19 pero que en lugar de ello le dieron EPO, y proporcionó documentación para respaldar su afirmación, pero los investigadores determinaron que la documentación presentada era falsa.

Además de que no tenía sentido médico que alguien recibiera EPO cuando acudía a recibir una vacuna, el vicepresidente del centro médico confirmó que el atleta no acudió allí el día que dijo y que de los dos médicos que supuestamente le trataron, una era en realidad un técnico del laboratorio y otro ni siquiera trabajaba allí, y que además el informe del hospital no había sido generado allí y el número de paciente no coincidía con Robertson.

Robertson, en Río 2016 (Getty)

Robertson, en Río 2016 (Getty)

 

 

El neozelandés, 12° en los 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y 35° en maratón en Toki0 2022, corrió su última carrera el 11 de noviembre, en El Gouna, Egipto. Prueba que ganó y en la que no debería haber participado ya que estaba suspendido provisionalmente.

“Este caso se benefició enormemente del intercambio de información clave y el invaluable apoyo de la Unidad de Integridad del Atletismo y la Agencia Antidopaje de Kenia. Nuestras alianzas globales nos permiten colaborar en todo el panorama antidopaje para detectar y disuadir el dopaje y hacer que los dopantes rindan cuentas, donde sea que estén”, sostuvo Nick Paterson, director ejecutivo de la Agencia Antidopaje de Nueva Zelanda.

Por su parte, el jefe de Atletismo de Nueva Zelanda, Pete Pfitzinger, el dos veces maratonista olímpico, expresó su postura. “Como organización, nos tomamos muy en serio el bienestar de los atletas, por lo que entendemos la ansiedad y el estrés que experimentará Zane. Tan pronto como recibió la notificación de la prueba positiva para EPO el año pasado, ofrecimos y brindamos un amplio apoyo de bienestar y continuaremos brindando apoyo durante este momento difícil”.

Boomerang:

Previo a los Juegos de Ríos 2016, en una entrevista, el propio atleta se había quejado de los casos por doping. “Es inquietante que pueda ver cómo se desarrollan estas cosas ante mis ojos, pero esos atletas continúan corriendo”, dijo.

El 3 de febrero pasado, se estima que ya sabía que sería suspendido, Robertson había anunciado su retiro a través de las redes sociales. “A veces publico aquí, a veces no. Los últimos 3 años no han sido buenos para mí dentro y fuera de la pista/carretera. Muchas personas y empresas me han hecho casi perder completamente mi interés por el deporte. Y fuera también hay muchas cosas, ¡la gente a veces olvida que somos humanos antes que atletas! Disfruto correr por lo que es: diversión, disfrute, condición física y más también. Ya no soy un corredor profesional, aunque todavía me mantengo al día corriendo con los mejores. No tengo planes sobre lo que haré en el futuro. En los últimos tiempos estuve trabajando y estudiando mucho más. Gracias a todos por el apoyo permanente”, escribió en un posteo en su cuenta de Instagram.